miércoles, 23 de febrero de 2011

EL AMANTE




Extraña historia esta que se construye, siempre he pensado que nunca sabes como termina una relación entre dos seres humanos, puedes iniciar de novios melosos sumamente enamorados y terminan en amantes, que no pueden separase porque tienen buen sexo, o a la inversa se puede empezar de amantes con buen sexo y terminar de novios melosos.
Esa noche mi intención era la diversión etílica, y surgió una pregunta por mi localización, sin importancia accedí a la petición, a los días siguientes ya tenía una invitación, ¿una especie de cita? Bueno nunca cae mal cenar en compañía. Para darle un poco de aceleración al objetivo último de toda vinculación humana, te lleve a mi habitación y se propicio buen sexo. Muy bien, me dije, se supone que una chica no besa en la primera cita, esta relación pinta para sexo causal y necesario-des estresante. Como en ocasiones anteriores, después de que un chico muestra sus minutos de tensión fálica, se va orgulloso  y no vuelve a marcar puesto que en la generalidad se coge con las putas y se tiene una relación con las chicas que  prolongan el sexo. En esta ocasión volvió, una y otra vez  todas las veces que nos veíamos se terminaba en una transpiración hedónica bajo mis sabanas azules, lo enuncié, bueno somos amantes, y así empezamos a hablar de nuestras parejas, nuestros problemas, las inquietudes, los errores, los miedos, y las ausencias. Me di cuenta que cuando dos personas aceptan los deseos pecaminosos, la desnudes cómplice de ese calor inherente a la oscuridad de la habitación, también es inherente a la desnudes del alma, sin querer seducir porque nos une la seducción, sin querer una relación “formal” porque no se comparte la cotidianidad sino la salida de la misma,  se presenta la naturalidad de compartirse cuando es necesario, una especie de complicidad no advertida.
Creo que tenía un amante, todo iba bien, no sentía esa angustia que me visita cuando creo que me voy a enamorar, si me visitaba semanalmente o si no lo hacía, mi vida no tenia mayor percance, sin embargo siempre era un plus de placer sus visitas a mi habitación, tan segura de no sentir la necesidad de que solo fuese mi amante lo convertía en amante y todo fluía sin problema aparente.
En una de sus visitas, la situación se complica, mm creo que te quiero, estoy  acomodando mi vida para darte lo que te mereces, y seamos novios, me siento bien contigo y creo que mi familia estaría orgullosa de conocerte…!!Momento!!  mis ojos salían de sus orbitas, mi corazón sin aceleración, mi ego en la punta de la torre Eiffel, mis archivos de cómo aplicar la fantasmal encontrándose, la voz de mi analista flotando diciéndome “¿Por qué no puedes soportar tener un lugar para una persona” Diablos, yo no siento lo mismo, solo quiero sexo afectuoso, si, el sexo de alguna forma lo es, pero siempre hay rangos, hay sexo casual brusco y desalentador y sexo casual afectuoso y divertido, este último es lo que hizo nombrar “mi amante” a este corazón que ¿hoy me decía que acomodaría su vida para poder ser mi novio? Pensé en la película de la vida de Marguerrite Duras en donde el amante chino rico, enamorado seduce a la mujercita y se plantea la historia de amor tan a lo Duras, Por dios,¡¡ yo no soy la Duras!! y tampoco mi amante es rico, ni chino. Después me pregunte, ¿Qué hice para transformar esta historia? ¿Hice algo? Realmente uno hace algo para que te quieran, ¡claro que no!, o ¡claro que sí! en estos momentos solo puedo pensar en mi duelo por perder a mi amante, deseo que regrese sin planes, para formar una vida juntos, y sólo  planes para formar una huida juntos cuando esta maldita cotidianidad me tiene del cuello….!


lunes, 14 de febrero de 2011

De cómo un niño con 6 años de edad no muestra encantamiento ante su imagen en el espejo.

El centro donde laboro desde hace un año, atiende a niños y jóvenes con discapacidad intelectual y  autismo, me encargo de los “seguimientos conductuales” y de asesoría  de los programas de enseñanza para ejecutar un currículo escolar, el centro utiliza una pedagogía basada en el método Teacch (abreviación en inglés de Tratamiento y Educación de niños  con Autismo y Problemas de Comunicación relacionados) y los enfoques de enseñanza basados en el constructivismo. El objetivo de esta pedagogía es valerse de herramientas sobre todo visuales (pictogramas, fotografías y objetos) para desarrollar la comunicación de los alumnos, pues en su mayoría estos niños y jóvenes no tienen lenguaje al igual que la población autista que también atiende el centro. Las actividades de enseñanza se planean y estructuran en pasos simples y es así como los chicos van integrando los movimientos que se tienen que seguir en una actividad,  por ejemplo para ir al baño (se comienza por aprendizajes de autosuficiencia para después estimular las habilidades del pensamiento creativo y lógico, por ello uno de los recursos en los que se basa el trabajo por planificación son algunos talleres de arte lo cual permite desarrollar   las habilidades del pensamiento  (Memoria, interpretación, comparación, clasificación y seriación de la información).
La metodología Teacch  tiene como objetivo estimular y desarrollar una  forma de comunicación. Se adhiere a la concepción psiquiátrica de explicar el autismo,  como un trastorno generalizado del desarrollo, adeptos a la clasificación psiquiátrica del DSMV que lo define  como: “una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Las alteraciones cualitativas que definen estos trastornos son claramente impropias del nivel de desarrollo o edad mental del sujeto.” Visión  que en la practica refleja disímiles problemáticas, para implementar esta propuesta de método educativo y múltiples  interrogantes que intentaré formular.
¿Cómo se piensa el autismo si es clasificado como un trastorno dentro de categorías psiquiátricas  sin que exista  ninguna perturbación neuronal, pero existan conductas que hacen referencia a la afectación cerebral: comunicación, lenguaje y habilidades de relación social? ¿La repetición de una actividad estructurada, es educación, entrenamiento ò adiestramiento? ¿Cómo intentar educar o adiestrar a un chico que rechaza la presencia del otro, comunica por sus agresiones y autoagresiones su angustia? Una de las actividades que me demanda este centro (no definido como escuela  y tampoco definido como clínica) es  corregir estas conductas de comportamiento autista de los niños que el centro atiende, ante ello y bajo la argumentación educativa (cognitivo- conductual)  me veo limitada a pensar soluciones efectivas, rápidas y practicas.
Es preciso pensar este tipo de “problema conductual” no como una manifestación de un signo autista y por lo tanto modificable con reforzadores y castigos, sino como una manifestación de un “No orden simbólico”.
Lacan en sus escritos  manifiesta un constructo teórico sobre la construcción del yo “el estadio del espejo” Donde hace alusión de cómo los bebés pueden reconocerse  y encantarse de su imagen, de los 6 a los 18 meses, dicha imagen es la correspondencia que un “Otro” ha permitido reflejar como imagen especular, así desarrolla una teoría acerca de la estructuración del narcisismo y de la identificación primordial, circunstancias que dan paso a un segundo tiempo en el sujeto, en el cual puede vincularse e identificarse con “otros”. El sujeto asume una imagen,  modelo de vinculo que se instaura en uno de los registros propuestos por Lacan; lo imaginario.
  El bebé que integra su imagen y lo vive como ese  “encantamiento” ha tenido un proceso en donde la fragmentación corporal  desaparece, esto se trata de comprender al asumir que aunque no exista un desarrollo motor, el bebé tiene en su primer narcisismo, la unificación de un cuerpo constituido,  lo cual quiere decir que  antes de poder caminar el bebé integra un cuerpo como parte de si, y es ese otro (la madre) que sirve de espejo, que regresa la mirada, mirada cargada de deseos, de palabras, de significantes, evidentemente de afectos, que permiten al bebé pasar por uno de los registros que contendrá en esa estructuración que lo hará sujeto, un registro de lo imaginario o que le permite entrar al orden simbólico, a ser hablado por el lenguaje.

Eliut es un niño de seis años, el mas pequeño del grupo inicial 1, perteneciente al aula de autismo del centro, las actividades que tiene dicha aula son brindar elementos de comunicación a un niño autista a través de la metodología Teacch. Los niños entran a la escuela y se integran a una ronda para saludarse entre sí aunque dichas acciones las hagan los asistentes o guías,  hablando por los niños, posteriormente pasan a las áreas de trabajo divididas por colores, y materiales didácticos (construcción, lecto-escritura, sensibilización, juego, computación, estimulación temprana) las actividades o el “trabajar con un material” se hace por un periodo de 20 minutos, es objetivo de cada guía, llevar a un chico a “trabajar a un área” . Se remite a E.. al  departamento de psicopedagogía porque manifiesta de forma exagerada “berrinches” y no es posible trabajar con él comentan las guías, situación que me hace entrar al aula para ver lo que E.. trataba de comunicar, desde el inicio de las actividades E se enconcha en el piso y llora, grita, si me acerco me empuja con la mano, en la ronda lo tienen fuera de ella, patea y muerde si me vuelvo a acercar, me llama la atención que el gran espejo del salón tiene una tela, el espejo esta cubierto por una tela negra, E.. se dirige al espejo y quita la tela, cuando me acerco para hablarle sobre su imagen, el evade ver su reflejo, observo que su imagen ante ese gran espejo no le crea ninguna emoción, sigue llorando y me evita. En ese momento pienso sobre la construcción del yo y el estadio del espejo, ¿Cómo podría E.. a los seis años encantarse con su imagen ante el espejo? ¿Cómo se construyó?, o realmente  se construyó el yo en este niño? Me pregunto sobre como el vive su cuerpo. Intento las primeras semanas al trabajar  con él que mi presencia sea tolerable, el sigue llorando y me empuja, me muerde y se mantiene agresivo, sigo a su lado, todo el tiempo hablándole sobre su cuerpo, a las maestras les resulta intolerable porque es un “llorón” dicen que es un niño “berrinchudo”, me advierten que sea capaz de identificar un berrinche de una conducta autista.  E, corre a las esquinas del salón y se pone contra la pared, se tira y llora, me pregunto en ese momento, ¿porque las esquinas?, ¿porque contra la nada? , me acerco y  ya no me empuja mas, comienzo a decirle ¿Dónde esta Eliuth? Y comenzamos un juego en donde el corre a las esquinas y se queda quieto, ya no llora, y espera mi pregunta ¿Dónde esta Eliuth? Advierte que estoy enfrente de él, y se queda quieto, corre a otra esquina y hago lo mismo, por semanas hacíamos este juego. Posteriormente, me dan más espacios para estar con él, pues al menos ya no llora tanto en clase, son los comentarios de las guías. El juego con Eliuth ahora consiste en que el corre a las esquinas del salón cuando me ve y yo lo sigo, le hago cosquillas por detrás y me coloco enfrente de él preguntando ¿Dónde estas? El emerge las primeras sonrisas, y ahora juega escondiéndose detrás de las guías, yo las integro al juego. Se implementa una rutina de “estimulación temprana” donde a Eliuth le hablo sobre su cuerpo, le gusta que toquen sus pies y puede tolerar que toque su cuerpo dando masajitos, los juegos con Eliuth a encontrarlo le siguen pareciendo agradables, los “berrinches” disminuyen. Un día lo conduzco al espejo del salón  y le hablo sobre él, sobre como lo veo, de sus pies, de sus panza, de sus orejas, y él solo sonríe y me toma de la cara dándome un “tope” con su frente, ahora el juego consiste en darme “topes”, como todos los días  el juego de buscarlo, de los topes frente al espejo, los hace sin llorar y las guías comentan que puede trabajar en las áreas. Otro día después de cada juego en el que acudo  a encontrarlo en las esquinas, detrás de los demás, observo que Eliuth se dirige al espejo y comienza a hablar en un lenguaje extraño “como cantando” le hablo sobre su canción y me sorprendo al observar que se ríe frente a su imagen y toca su boca, hasta el momento es el juego favorito de Eliuth, ir al espejo y verse, hace unos días se puso una mascara de lobo y se dirigió al espejo a verse con la mascara puesta. Trabaja sin llorar los 20 minutos que exigen en este centro y sus llantos han disminuido notablemente.
Ante este tipo de respuestas, pienso en el lenguaje, en este centro a los niños “autistas” se les habla exigiéndoles realicen sus rutinas, se les señala a donde deben dirigirse, inclusive una de las técnicas es no hablar, solo dirigirlos con la imagen (el pictograma) y llevarlos a trabajar a sus áreas, observo que los niños desprenden sus pictogramas de los horarios y rutinas establecidas, pero no existe un sentido de comunicar a través de imágenes,(método Teacch) en muchos de los casos, desprenden el pictograma de su horario y lo avientan, y se dirigen a otra área, porque se concibe que ellos son chicos que necesitan una “rutina estructurada y sin cambios”.  
Pienso sobre la disminución del llanto en E , y me pregunto si esa angustia se podría adjudicar a que ¿su cuerpo lo integraba como desfragmentado?, o a que no se le hablaba sobre la realidad a su alrededor, o este lenguaje se hacia incomprensible, sin deseo, “rutinario” En realidad no lo sé, pero el pensar en la importancia del lenguaje en la estructuración del orden simbólico, y en la relación con el otro fue fundamental para jugar con este niño.
 Francoise Dolto  en su libro “el juego del deseo” nos comparte una pequeña  historia en donde al jugar con un niño a esconder y nombrar un sombrero (objeto desconocido para el bebé de nueve meses) puede bromear y el niño ríe a carcajadas cuando contradice la acción de esconder y nombrar un objeto al cual le induce un significante, y lo hace presente y ausente.
“Esta péqueña historia vivida me ha dejado el recuerdo de que un niño poco comunicativo de nueve meses puede llegar a ser, por medio del lenguaje, aun sin pronunciar las palabras, dueño de su deseo; que un niño que no habla todavía, no sólo es capaz de juego motor y verbal en acuerdo con otro ser humano, sino que ya capta la contradicción entre el decir y la experiencia de la realidad sensorial”  (Dolto, 1983)
El trabajo con niños “autistas” me plantea múltiples interrogantes,  considero que no esta en planos educativos sino clínicos y por consiguiente antes de enseñar a un niño  los pasos para  ir al baño, lavarse los dientes, ensamblar objetos, pintar, bailar se debe comprender como es el proceso de estructuración  en un sujeto la instauración en el orden simbólico, la construcción de su yo, interpretar sus angustias y lo que puede estar comunicando aunque carezca de lenguaje.

BIBLIOGRAFÍA

Lacan J. Escritos 1,  México: Siglo XXI Editores, 2008.
Dolto F. En el juego del deseo, México: Siglo XXI Editores, 2006








TÒPICAS FREUDIANAS EN LA CIENCIA

Partir de la pregunta ¿qué es la realidad? Nos desliza a plantear diversas interrogantes de orden epistemológico, ¿Cómo sabemos que conocemos esa realidad? , ¿Qué sabemos de la realidad? o si la realidad esta ahí como un todo independiente a nuestra existencia, o somos nosotros los sujetos que le damos existencia a través de lo que percibimos de ese exterior.
Ante estas interrogantes existen posturas o paradigmas científicos los cuales intentan dar un sentido de explicación. El positivismo; corriente del pensamiento, enfatiza que todo lo que podemos  conocer es por medio de la ciencia cuyo método  se basa en la observación, elaboración  y comprobación de hipótesis que posteriormente se convierten en teorías y se experimentan de manera empírica para sostener dichas hipótesis. Bajo esta perspectiva del pensamiento, se llega a conocer por la capacidad cognoscente del sujeto es por ello que es necesario tener el método adecuado para conocer la realidad, mismo que garantiza la verdad y legalidad del conocimiento del mundo material y social, puesto que el acceso a dicho conocimiento se realiza mediante los sentidos, la razón y  a través de la experiencia, por ende supone que la realidad  es independiente y la conocemos en correspondencia con la experiencia.
El conocimiento para su argumentación se vale de la lógica,  corriente del pensamiento que permite estructurar enunciados razonables que dan cuenta de la verdad,  en enunciados de verdadero  y falso cuyo lenguaje es de acumulación informativa lo cual permite argumentar de manera solida las hipótesis que se establecen.
Las interrogantes para concebir una disciplina como ciencia se complican cuando se desea conocer el inconsciente, ¿Cómo argumenta Freud que el psicoanálisis tiene estatuto de ciencia si el objeto con el cual se encuentra no tiene factibilidad en los medios lógicos de hacer ciencia? Ante ello Freud enuncia una explicación para poder conocer eso que el llamó inconsciente; el aparato psíquico, conjunto de relaciones que establece el psiquismo humano para dar cuenta de un orden que incluye sistemas de relaciones de esta manera podemos ubicar al inconsciente como parte de un sistema, un aparato  susceptible de conocimiento.
Anna O, las asociaciones libres de su discurso, el análisis de los sueños  son los indicadores por los cuales Freud da cuenta de un nuevo objeto de conocimiento que no se encuentra en el plano de los sucesos psíquicos conscientes, sino de los sucesos psíquicos inconscientes.
Freud asume que las vías para llegar al inconsciente son precisamente procesos equívocos de la lógica; actos fallidos, sueños, lo ambiguo del lenguaje,  (una lógica equivoca) fenómenos que se alejan de una lógica clásica en donde no existe la contradicción, reconociendo valores de verdad (falso y verdadero). Y que se manifiestan en el lenguaje,  en el habla del paciente, en sus palabras.  Pero epistemológicamente ¿pueden los psicoanalistas argumentar que a partir de lo equivoco practican la ciencia? Freud, se enfrentaba con el gran problema de no poder ubicar el estudio de los procesos oníricos como manifestaciones del inconsciente con la lógica científica de su época:
“Me vi llevado a admitir que estamos otra vez a uno de esos casos, no raros, en que una creencia popular antiquísima, mantenida con tenacidad, parece aproximarse más a la verdad de las cosas que el juicio de la ciencia que hoy tiene valimiento. Debo sostener que el sueño tiene realmente significado y que es posible un procedimiento científico para interpretarlo”. Sigmund Freud: La interpretación de los sueños (Primera parte). Obras completas, vol. IV. Buenos Aires: Amorrortu, 121-122.

¿Se puede explicar el inconsciente bajo un razonamiento lógico? Para dar cuenta de una explicación científica aunque no dentro de los parámetros de la ciencia positivista  Freud se vale del aparato psíquico, un modelo de sistemas cuyas relaciones dan cuenta a los espacios psíquicos misma que advierte una vida psíquica con sentido lógico pero extraño al sujeto de la consciencia.
Cada una de estas instancias dotadas de propiedades determinadas nos permiten, según Freud, dar cuenta de la realidad, puesto que la realidad se formula desde el consciente al inconsciente y del inconsciente al consciente sirviendo el preconsciente de “comunicador que desfigura” los contenidos reprimidos, es así como estas instancias a través de sus interrelaciones dan cuenta de la construcción de la realidad psíquica. Es a partir de un modelo energético  mediante el cual Freud explica este aparato psíquico “el modelo del peine”.

Por lo anterior Freud advierte una explicación de estos procesos inconscientes mediante su aparato psíquico  Si la primera tópica de Freud nos permite comprender el aparato psíquico mediante los lugares y funciones del inconsciente, preconsciente y consciente como las instancias intrapsìquicas e psíquicas donde no existe una frontera absoluta sino permeable que nos permiten construir una realidad, realidad psíquica para Freud, la cual se manifiesta a través del  habla de sus pacientes y la  escucha de  Freud a los mismos. La clínica es el  cuerpo principal de la metapsicología del psicoanálisis, ya que existen momentos en la construcción de la teoría psicoanalítica donde son los pacientes quienes le da la pauta para añadir nuevos elementos a la construcción de la teoría freudiana, de esta manera se da paso a la segunda tópica.
Los lugares de la segunda tópica se explican por medio de las pulsiones que se ubican en las relaciones del “yo” el “ello” y el “superyó” en donde Freud  señala la tendencia a la muerte, lo negativo, “Mas allá del principio del placer” es el texto en donde Freud introduce  el constructo de “Pulsión de muerte” concepto que permite establecer la base de la segunda tópica freudiana, si en la primera tópica las pulsiones sexuales se manifestaban mediante el principio del placer en donde la reducción de las tensiones permiten una homeostasis del aparato psíquico (lo defensivo y lo reprimido es el conflicto pulsional).La segunda tópica tajantemente nos expone que los sujetos se inclinan hacia la fragmentación, la búsqueda o retorno a lo inanimado, el displacer…;
“Pero entonces debemos decir que, en verdad, es incorrecto hablar de un imperio del principio de placer sobre el decurso de los procesos anímicos. Si así fuera, la abrumadora mayoría de nuestros procesos anímicos tendría que ir acompañada de placer o llevar a él; y la experiencia más universal refuta enérgicamente esta conclusión. Por tanto, la situación no puede ser sino esta: en el alma existe una fuerte tendencia al principio de placer, pero ciertas otras fuerzas o constelaciones la contrarían, de suerte que el resultado final no siempre puede corresponder a la tendencia al placer” Sigmund Freud: Mas allá del principio del placer. Obras completas, vol. XVIII. Buenos Aires: Amorrortu

Ahora Freud nos externa que el deseo no sólo es lo reprimido, sino deseo de muerte. Son los fenómenos de repetición en la clínica (compulsión a la repetición) los que dan la base para desarrollar la pulsión de muerte en  la segunda tópica freudiana. La pulsión de muerte es una expresión de la propia conservación del ciclo vital, puesto que el displacer que proporciona dicha pulsión permite la búsqueda del placer y la prevalecía de este en los procesos psíquicos.

Pues bien; si todas las pulsiones orgánicas son conservadoras, adquiridas históricamente y dirigidas a la regresión, al restablecimiento de lo anterior, tendremos que anotar los éxitos del desarrollo orgánico en la cuenta de influjos externos, perturbadores y desviantes. Desde su comienzo mismo, el ser vivo elemental no habría querido cambiar y, de mantenerse idénticas las condiciones, habría repetido siempre el mismo curso de vida. Más todavía: en último análisis, lo que habría dejado su impronta en la evolución de los organismos sería la historia evolutiva de nuestra Tierra y de sus relaciones con el Sol. Las pulsiones orgánicas conservadoras han recogido cada una de estas variaciones impuestas a su curso vital, preservándolas en la repetición; por ello esas fuerzas no pueden sino despertar la engañosa impresión de que aspiran al cambio y al progreso, cuando en verdad se empeñaban meramente por alcanzar una vieja meta a través de viejos y nuevos caminos. Hasta se podría indicar cuál es esta meta final de todo bregar orgánico. Contradiría la naturaleza conservadora de las pulsiones el que la meta de la vida fuera un estado nunca alcanzado antes. Ha de ser más bien un estado antiguo, inicial, que lo vivo abandonó una vez y al que aspira a regresar por todos los rodeos de la evolución. Si nos es lícito admitir como experiencia sin excepciones que todo lo vivo muere, regresa a lo inorgánico, por razones internas, no podemos decir otra cosa que esto: La meta de toda vida es la muerte; y, retrospectivamente: Lo inanimado estuvo ahí antes que lo vivo. Sigmund Freud: Mas allá del principio del placer. Obras completas, vol. XVIII. Buenos Aires: Amorrort.

Con lo anterior podríamos preguntarnos ¿cómo resuelve Freud este constructo teórico desde la lógica de la ciencia de su época? Evidentemente no existe en su época una lógica que le permita establecer enunciaciones sobre el inconsciente, sin embargo esta a través de la lógica no clásica con la cual podemos argumentar que el inconsciente es un objeto de conocimiento cuyas manifestaciones a través del lenguaje pueden dar cuenta de una realidad subjetiva.

Zo-Sobras en el silencio......

Nunca me había dado cuenta del desfile humano aun maquillado que pasa por la “casa”. La “cosa” es algo extraordinario y trágico, algo cómodo y desesperante, un manjar de sobras y un baile sin música. La “cosa”  es un cuento sin imaginación, y un beso sin saliva, un dulce sin niño, un tren sin estación, un amante sin erección.
Ayer un chico preguntó ¿Qué es mi amigo Francisco? La “cosa” no lo oye, pero le contesta, él se perdió en mis enaguas. Cuando cae la lluvia sobre ella, estos ojos titiritan y se mojan por otra lluvia, pensando en ella, sola y con multitudes.
El mes pasado sucedió que Joaquín y Satanás se levantan temprano, uno desayuna y el otro lava su pene, de la mano visitan la casa y ella esta muda, mientras Joaquín reconoce su homosexualidad, Satanás nada en nada en la playa y la “cosa” sigue muda.
Hace tres años recibió a los visitantes que le llevaron regalos de fantasía, ella se los comió sin desenvolverlos  y los cagò sin digestión, aun no ha podido decir algo sobre el acontecimiento.
Hace tres días se perdió la vida de Mayra y esta, interesada, busco por todas partes de la “cosa”, la ultima reía por las cosquillas de la búsqueda. Mayra se rindió, era absurdo buscar entre sonrisas y risas con desesperación optó por dejar su vida al olvido, al fin de cuentas no es algo importante para perder tiempo buscando.
La semana pasada a la “cosa” le preocupó su imagen y encontró un espejo que le diera reflejo. Todos sus amigos observaban el espejo, al lado del espejo todo era absurdo. Pero lo mayoritariamente absurdo fue no tener labios para besar las verdades que los ojos indicaban.
Hoy la vi inmóvil, vacía y muda. Le  he picado la nariz para ver si respira…….






Mas-Turbaciones...!

Cuando desperté te comportabas como un buen cocinero y servías un vaso de leche acompañado de pan tostado recién caducado. Tu mirada se perdía entre la imaginación de un omelette con tres quesos, ò el desayuno continental de los cafés populares de la ciudad.
Me pregunté, si en esa historia estaría a tu lado, poco a poco vislumbre la luz en la única ventana de aquel departamento, el sol y la ciudad, los automóviles de la avenida, el semáforo de la esquina, la gente y sus conversaciones, mis sueños y tu vaso de leche.
Frente a esta ventana, que placida y descaradamente refuta el desorden de mis pensamientos, decido no tomar la ducha y salir por la puerta del apartamento, sin estilo y con estos pantalones de algodón con su indudable pareja, la sudadera que encontré en la biblioteca aquel día que esperaba ver pasar  al chico vendedor de perfumes de la calle paralela.
En fin, me dispuse a caminar y el día asoleado no era emocionante, las almas que la transitaban eran menos alentadoras que los zombies de las películas hollywoodenses. De pronto un perro es atropellado y enseguida el conductor se indigna y mienta madres al huesudo canino que seguramente no lo escucha. Mi sentimiento es de melancolía y me pongo en el lugar del perro. ¿Seguramente el solo salió a caminar sin pensar en desayunar? Pienso en tu desayuno y te veo frente al televisor con la mirada en la pantalla, aparentar entretenerte, sin embargo tú estas conociendo a la chica de tus sueños en Madrid, y llevándotela a la cama sin pensar en los días, horas y consecuencias, los ojos de ella se fijan en tu pecho, sintiendo fricción concomitante en su vulva, de pronto ya no es posible guturizar y se deja escuchar un grito ostentoso y sangriento, que solo es mensajero del biorgasmo por ese lugar de la ciudad.
Regresas a tu vaso de leche y te refrescas…..
Mientras, yo no encuentro con quien acostarme en la imaginación, intento la búsqueda y me detengo pensando en la sensación del primer beso y el simultáneo latigazo compuesto de mariposas invitadas a la reunión de dos.
Existen días que la soledad individual es acompañada, retratos invisibles tachuelados en la sinrazón.

Cuando Erick y Regina..!

Los dientes alienados en distancia por tiempos que Erick mostraba cuando llamaba a la venta del último piso donde se vislumbraba mi habitación compartida, Regina!!! … Reginaaaa!!!! Regina….!! Eran lucecitas de véngala en pleno abril, yo acudía a esa voz que invocaba mi nombre como un bombero a su timbre en el trabajo, y caminábamos uno junto al otro, dándonos empujones de aliento. La ruta era el rio  añejo y olvidado que invisiblemente pasaba por nuestras casas, hacíamos historias de los muertos que se veían flotar, él me tomaba la mano y cruzábamos la calle, un día nos acostamos en ella y abrimos los brazos para atrapar camiones que nunca ven a dos fantasmas.
Todos los domingos, tenia  que espero atrás de la iglesia, como el diablo apasionado por tener aquella oveja negra, sus padres se personaban para despedirse de Dios, y sus hermanos se creían apóstoles con permiso de pecar toda la semana.
Después de misa, su familia bendecida, cenaba, el ritual consistía en realizar la comida en silencio, servir la mesa anunciando las cosas que Dios manda, se sentaban como Dios manda, masticaban y deglutían sin espacios, ni tiempos, bebían su licuado vitamínico, después de esta cena aun sin hambre, tenían una hora para hacer lo que se les venia en gana. Erick tocaba la puerta de mi casa y me contaba los atentados. ¡Ya se me ese cuento! ¡Tienes que terminar de lavar el coche! ¡Hoy te toca cuidar a Luisito! ¡No has pintado las ventanas!, siempre hay algo que hacer cuando se quiere volar.
Erick me contaba sobre los mandatos impuestos en casa, nunca terminaban, pues el miedo de su madre se dejaba ver en cada descanso que él construía, aun así, platicábamos largo y tendido en los  insignificantes minutos que podíamos vernos a los ojos. En verano que recordaba fue a la tiendita a conseguir

El encuentro del Tlacuache y la hormiga

Iba la hormiga caminando con paso lento, con paso que no puede ser más rápido que el atrabancado paso humano, con paso trabajador como se camina  dentro de  su sistema,  de  su dinámica  de “la  hormiga”. Lento hacia un objetivo claro. En su camino se topa con una coladera urbana, debajo de esta, hay un cuerpo, parecido a un ratón, pero más grandote, se fija y advierte que esta ahí un  tlacuache, sentado, con la pierna cruzada y con una guitarra en sus manitas pequeñas, afinando, buscándole música a su instrumento. La hormiga urbana que se dirigía a la tienda de abarrotes y verduras, donde el azúcar siempre se desparrama del costal bodeguero, pensó. --- ¡Si yo fuera tlacuache, no tendría que caminar en una sola línea hacia un objetivo claro, formando parte de un sistema de trabajo arduo, sencillo, bien organizado, siguiendo  los pasos de otra hormiga, siguiendo mis pasos otra hormiga que viene atrás--! El tlacuache no se daba cuenta de la pequeña mirada de la hormiga, el tlacuache fumaba un churro de mota y buscaba su música, el tlacuache prófugo de un cerro que de repente recordaba  y que al hacerlo en automático de le dibujaba una sonrisa en su simpática jeta. Tlacuache fumaba y fumaba y su mirada se  encontraba con las formas de las nubes que debajo de la coladera se podía vislumbrar, la hormiga arriba solo fantaseaba con ser tlacuache….! De repente la hormiga cae sobre la panza de la guitarra de tlacuache y este tranquilo con la paz que la mois le da, le pregunta, --¿Qué  pedo pinche hormiga que te trayes? ¡¡Aquí no hay azuquítar eh!!? ¡¡¡Porque el azuquítar solo es pa`! los humanitos, es como una especie de mielecita que se presenta en sabores, en palabras, en acciones, en regalos, en pendejadas que endulzan la vida dicen!!. Pero ora que estas aquí, le preguntó el tlacuache a la hormiga, explica pues porque, porque van tras lo dulce? Porque no tras lo amargo? Que es lo que hace a  las chingadas hormigas seguir lo dulce pues? La hormiga contesta, ---¡pues….! ¡¡No lo sè!!,  y se columpia en la cuerda de una guitarra del tlacuache, el tlacuache, suelta una carcajada y exclama, ---¡¡¡no mames pinche hormiga, toda tu vida vas tras la pinche azúcar y ¿no sabes porque?, ustedes van con lo dulce y no con lo amargo, no me chingues!! La hormiga pensaba sus respuestas, y después de poco rato y quizás, por la horneada que se estaba dando frente al tlacuache contestó: --Pues porque ¿lo dulce gusta no?, el tlacuache contesta, --¿A quien pinche hormiga? La hormiga responde, ---pues…..! Y exclama en forma de pregunta ¿a los humanos?. En ese momento los dos piensan…! Y el primero en rebatir es pos supuesto el tlacuache pacheco, ---mmm mira hormiga, si a Hitler le hubiese gustado lo dulce no hubiese hecho tanta pinche masacre, ora, mas pa nuestro ladito, mas pa nuestra historia del país pues, yo digo, que si a Díaz Ordaz, le hubiese gustado lo dulcito, pos no hubiese dejado pasar tragos amargos a los estudiantes del 68, y bueno mas pa nuestro presente si a los narcos les gustase lo dulcito, no habría tanta chingada muerte y descabezadera con mensajitos de ahí tan tus hijos pendejo este cartel será el mas chingon…! La hormiga que ya muy en su análisis de su cotidiana vida buscando lo dulce le contesta al tlacuache, ---mmm quizás lo dulce no sea lo bonito tlacuache, no lo crees? El tlacuache pensativo le contesta.. ahhh! Pinche hormiga..!! Lo dulce es lo que sabe bueno a según no? Dicen que lo que mas le gusta a los niños, es lo dulce…..!!! ahhh pinche hormiga, ahí esta la respuesta, los morros son bien pinche culeros, ya ves que se la pasan chingando en la escuela al mas pendejo, manipulan a sus jefes con un llorido, logran lo que quieren con un chingaoo berrinche!!, y  crecen y siguen buscando……… lo dulce, que ya después es un buen hueso, la tranza, dinero, viejas buenas, buenas cirugías, buenos viajes, dulces sueños pues…! La hormiga sigue pensando y se acuerda que ha dejado su camino de trabajo por estar platicando con el tlacuache, arriba de la coladera ve pasar en fila a sus compañeras y se pone nerviosa, balancea sus patitas para incorporarse y le da ¡¡el payaso!!,  (efecto de la marihuana cola de borrego que fuma el tlacuache) le dice al tlacuache que le da mucha risa ver  sus ojos rojos, que parecen cascaras de cacahuate, y exclama --¡¡¡caca- caca-¡! ¡¡cacahuate!! Tlacuache, ¡¡ y se deja ir con sus carcajadas jaja! Jajajaja! Jajajaja!! Jajajaja! ¡Ojos de caca, ojos de cacahuate! El tlacuache que ya estaba en el bajón y con hambre se le queda viendo y exclama….! Aahhh! Que pinche hormiga, ora que te veo bien y que pienso sobre tu trabajo, creo que ya encontré la respuesta de porque chingaos a los humanos y a las hormigas les gusta lo dulce….! La hormiga calla inmediatamente sus carcajadas y se incorpora para escuchar atentamente al tlacuache, este concluye, --Pos si mi hormiga, ustedes piensan que pa ir por el dulce hay que pasar por el camino amargo  y al cual  le llamaron;  trabajo. Pa  Ir por un gustito dulce  hay que pasar por el trago amargo, por eso no se va tras lo amargo porque ustedes piensan que lo viven día a día, y porque piensan que pa disfrutar algo se tiene uno que chingar, o chingar al otro, por eso pinche hormiga, ya vete a la chingada y jálele a buscar su dulce…..! El tlacuache toca las cuerdas de su guitarra, la hormiga sale volando y se incorpora a la fila de sus compañeras de trabajo, el tlacuache canta mientras tanto…..! Mi gusto es…..! y quien me lo quitara…!

LA LEY DEL CERRO..!!

Cierto día a la orilla de la carretera, justo cuando el asfalto despide ese olor a tarde evaporada y seca por los nobles rayos del sol cansado, me encontraba pensando sobre el hombre y su febril aberración por la búsqueda de sus deseos, me reía así como cuando en medio de la nada y frente a ti, te acuerdas de una gracia, que solo a ti te significa. Ya se venia venir un desmadre de reclamos, linchamientos, madrazos, pues,. Me quedè “ido”, rumeando ¡que pues! “La ley de la selva es una”, pero, pos ¡no cabrones! “La ley del cerro”, es otra, y nadie la comenta, y nadie la saca en cuentos, y nadie la dice como dicho popular, por eso, era hora de hacerla recordar, ¡nomas pa`que no se diga que solo hay ley de la selva!


La risa de esa tarde, me daba miedo y felicidad, evocaba el desmadrito por venirse, resulta que allá en el cerro, los animales entre nopales, “tunas tapa culo” (que son las verdes duras con semillas negras), cadillos, hierba de conejo, tepiches, trapiches (que no es lo mismo que trapiches porque estos son los arboles que otras gentes llaman ahuehuetes), alfalfa, azucenas, huizaches, coralillos, mordullos, arrieras, alacranes, (de esos prietos, no de los blanquitos porque a esos pinches no les da el sol), chintetes, roda caca ( que disque son los escarabajos, pero bien se sabe en el cerro, que son ¡“roda caca”!), zopilotes, chinches, chapulines, costoches, tecolotes, lechuzas y pos también los chingados, tlacuaches ¡como yo! animales que vivimos resistiendo y pactando con el sol, buscando día a día la comida, observando los borrachos que la matlazihua se lleva a perder en los basureros, al “ tìo” que todos los días se viene a la “chinga” del campo a sembrar su alfafita, y su maíz pa' tener que tragar, pero bueno esos escenarios y los pensamientos que generan se los contaré otro día, hoy estamos en el momento en que descubrí, “la ley del cerro”.

Todo comenzó porque se me metió la chingada idea de aprender Francés, y pues nadie en el cerro sabe que "chingao" es el Francés, entonces comencé a contar mi sueño de irme a viajar a Europa, y conseguir dinero para poder conocer “otro mundo” salir de mi pinche cerro, polvoriento y sin futuro, y me dediqué a bajar por las noches a la biblioteca del pueblito y a robar libros, eso fue lo que me llevo a un desmadre y a otro, pues nomas se me ocurrían cosas y cosas, pensamientos, suposiciones, eso que algunos autores llamaban análisis ¡ocurrencias pues!, así le llamaba mi abuelo. Después entre a las bibliotecas de las escuelas y robé, no solo libros también medios tecnológicos, ya saben; una lap, un cañón, pantallas de proyección, módems, jejeje cositas... que divierten, posteriormente pensé; entraré en la nochesona a buscar en las casas de los habitantes que siempre tienen telesotas, y robé telesotas, jeje mi casa se llenó de cosas que me hacían muy feliz, pero las tenia que vender porque el viaje a Europa cuesta caro.

El plan era vender la idea a mis compas que si aprendía Francés y conocía Europa, podía resolver todos los pinches pedos que en el cerro se presentan; basureros, sequías, desbordamiento de presas, fetideces de los cadáveres asesinados por los “mariuaguanos” como les llaman a los cocainómanos las viejitas del pueblo, pleitos y “agandalles” de los perros negros, etc. Entonces la vendimia la encontré bien fácil, porque también era para una buena causa, los objetos robados eran comprados y me convertí en el proveedor de mercancía inconseguible en la punta del cerro, pues bajaba por las noches a surtirme de mercancía al pueblo, claro, no había negociadores con quien llegar a tratos, solo yo y mis “negocios fortuitos”. La cosa ¡iba rebien!, porque ya tenía mucho más del dinero que esperaba, me alcanzaba hasta pa’ irme a vivir un año a París sin pasar hambres, pero la gandallez se apoderó de mi inconsciencia y seguí robando y vendiendo, vendiendo y robando.

Uno de los días que bajé por mi mercancía, me encontré abajito del cerro, a una bola de animales, vecinos y compradores, los cuales, al mirarles sus caras, sus palos y sus machetes, me hacían comprender que sabían de mi “negocio”, y me dijeron; ¡mira pinche tlacuache! Te la vamos a barajear claramente, no queremos problemas con los pobladores, sí queremos nuestras cosas que compramos, (pues daba buen precio y las cosas eran de buena calidad jajaa), y pues, si te quedas tendríamos que regresar nuestras pertenencias a los pobladores, si tu te vas, podemos “negociar”, decir que a todos nos estafaste, y nadie pierde, tu te vas con tu dinero a “Europita” nosotros nos quedamos orgullosos de haberte expulsado, y podemos decir que las cosas se “perdieron”, si te quedas, te “chingamos” y ni modo tenemos ¡palos y machetes! Y más animales que si les quitamos lo que les vendiste, ¡se van a encabronar………..!

Comprendí la negociación, entré a mi casa por el dinero, y me uní a la compañía de las rayas blancas de carretera, las cuales me llevan, ¿a donde? ¡¿Quien sabe?! Solo sé que también me acompaña la tarde. Las cosas en el cerro se están resolviendo, tengo un fajo de billetotes, y ahora que me han aplicado la ley del cerro, y se de que se trata, pues, el lugar donde me encuentre es lo de menos, lo de más ya lo aprendí…………


FILOSOFÍA

A propósito de los buenos deseos…!
Todo ser humano,  somos cúmulo de deseos; el deseo de vivir que trastoca elementos  que se convierten en metas concretas, metas de una vida saludable, un trabajo digno, un status recomendado, una familia, una carrera, un carro nuevo, un proyecto en ejecución y de consecuencias óptimas, en fin, los deseos siempre son enunciaciones que podemos escuchar a fin de año, a inicio de año y se hacen evidentes cuando se desplazan a ritos, ritos que hacen posible un acto que se convierte en símbolo de “los deseos”.
El deseo para el psicoanálisis, puede entenderse como ese gran empuje que nos permite querer vivir, seguir adelante a pesar de las adversidades, continuar, ver posibilidades a pesar de una historia determinada al fracaso, hacer el esfuerzo que pareciera doloroso, combatir los obstáculos que no permiten estar con ese,” el amado” ,con  esa” la amada”. Sin embargo debemos aclarar que el deseo para el psicoanálisis no es llegar a la meta, es precisamente nunca llegar a ella, puesto que si se llegase a ella, el empuje se terminaría, ello explica porque todo el tiempo se desean cosas, por ejemplo terminamos una carrera y deseamos estudiar una maestría, tenemos un auto cómodo, y deseamos cambiarlo por otro “mas cómodo” tenemos una pareja y deseamos tener hijos con la pareja.  Un recuerdo infantil me hace exponer el ejemplo con el cual aprendí sobre el deseo. “Salíamos con mi padre a  la playa, queríamos comer mariscos, comíamos  mariscos, queríamos jugar en la playa, jugábamos  todo el día, queríamos comer cocos, comíamos cocos, queríamos comer dulces comíamos dulces, queríamos un juguete nos compraban el juguete, y al final al llegar a casa decíamos,  ¡mmm no sé como que quiero, no sé  como que se me antoja, mi abuela decía ¡!¿“niños que no tienen llenadera?!!” Si, precisamente ese no tener llenadera es el deseo, nunca estar satisfechos, siempre querer más, otra cosa, otra y más….!
Los inicios de año, están llenos de piñatas, piñatas llenas de deseos, que al romperse , podemos escuchar a  los sujetos quizás, un poco en el  detenimiento de  pensarse, de escucharse, de  delinear las pautas para dar sentido a la existencia, de iniciar  otra vez en el camino sin meta que nos permite ser sujetos vivientes, sujetos deseantes. 
El psicoanálisis como teoría de constructos propios  nos permite escuchar  al deseo, conversar con este. En el diván se advierten los sujetos con sus  deseos particulares y también se descubren deseos nunca pensados. El año nuevo y el psicoanálisis tienen su denominador común  podemos escuchar deseos….!